Limpiar un disco de vinilo correctamente es crucial para mantener su calidad de sonido y prolongar su vida útil. Aquí tienes los pasos detallados para hacerlo:
Materiales Necesarios:
Solución de limpieza específica para vinilos o una mezcla casera de agua destilada (preferentemente) con unas gotas de alcohol isopropílico y una gota de detergente líquido suave.
Cepillo de fibra de carbono o terciopelo: Especialmente diseñado para eliminar el polvo y la suciedad superficial.
Paño de microfibra sin pelusa: Para secar y limpiar suavemente.
Un plato giradiscos limpio (opcional) para girar el disco mientras lo limpias.
Procedimiento:
Para empezar a limpiarlo, lo siguiente:
Coloca el disco en una superficie plana y limpia.
Utiliza el cepillo de fibra de carbono para eliminar cualquier polvo o suciedad superficial. Hazlo siguiendo el sentido de las agujas del reloj para evitar daños.
Aplicar la solución de limpieza:
Rocía ligeramente la solución de limpieza sobre el disco. Si usas la mezcla casera, asegúrate de que esté bien diluida para no dañar el vinilo.
Con el paño de microfibra o un cepillo de terciopelo, distribuye la solución de manera uniforme, siguiendo las ranuras del disco.
Limpiar:
Suavemente limpia el disco con movimientos circulares, siguiendo la dirección de las ranuras. No uses mucha presión para evitar dañar las ranuras.
Secado:
Deja que el disco se seque al aire durante unos minutos o utiliza otro paño de microfibra seco para absorber cualquier exceso de líquido.
Almacenamiento:
Guarda el disco en su funda antiestática y en posición vertical para evitar deformaciones.
Consejos Adicionales:
Evita utilizar agua del grifo, ya que los minerales y otros contaminantes pueden dañar el disco.
No uses alcohol puro, ya que puede eliminar los aceites esenciales del vinilo y dañarlo.
Es recomendable limpiar tus discos periódicamente para mantener su calidad.
Estos pasos te ayudarán a mantener tus discos de vinilo en óptimas condiciones y asegurarán una reproducción de sonido clara y sin interrupciones.